Tuesday, November 3, 2009

La paz y Obama, hasta hoy

El jurado del premio Nóbel subrayó los esfuerzos de Obama por traer la paz al mundo. Mencionaron su acercamiento al mundo islámico, los cambios realizados al Escudo de Misiles de Europa del Este, sus esfuerzos por lidiar con el cambio climático y su tenacidad para eliminar las armas atómicas.

Con respecto al mundo islámico, sería conveniente olvidarnos de la retórica del Presidente y prestar atención a sus acciones. Casa Blanca ha señalado que la fecha en que se retirarán las tropas de Irak no es “rígida”, por lo que elucubrar sobre el fin de la Guerra de Irak es, lamentablemente, precario. Más claro parece el acercamiento de Obama a otros países islámicos de la región. The New Yorker reporta que en nueve meses y medio Obama ha autorizado más bombardeos a Pakistán que los que Bush autorizó en sus últimos tres años de presidencia. El Washington Post, a su vez, comunica que Obama incrementará dramáticamente el número de tropas norteamericanas en Afganistán próximamente.

Una de las preocupaciones más sabidas del mundo islámico es la violencia en los territorios palestinos. El año pasado hubo un ataque israelí a la Franja de Gaza, en el cual murió un gran número de civiles. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU investigó los crímenes militares y trató de pasar una resolución para que se tomen medidas con respecto al ataque israelí; la administración de Obama vetó la resolución. Este veto invalida la resolución e imposibilita que a las víctimas civiles se les haga justicia. Anteriormente, la administración Obama había intentado que el gobierno palestino desistiera de pedir justicia en esta causa; la presión pública impidió que el líder palestino Mahmoud Abbas defiriera la investigación. Obama, de hecho, fue muy claro sobre este punto; recién electo, ante la crisis que dejó cientos de civiles palestinos muertos, miles heridos, y miles de desplazados, Obama expresó su preocupación por la seguridad del Estado de Israel. Esto aclara su postura ante el mundo islámico.

Con respecto a los cambios realizados al Escudo de Misiles hay dos interpretaciones. La del Comité del Nóbel y la de ciertos sectores de la prensa sugiere que este es un gesto reconciliatorio frente a Rusia, la antigua enemiga. Obama hizo bien al sacar a Rusia de la mirilla, y así ha hermanado a los antiguos rivales; esta es una interpretación. La otra interpretación la ha dado el mismo Vicepresidente Biden, quien ha catalogado la primera interpretación de “absolutamente equivocada”. El Vice-Presidente ha explicado que el nuevo escudo de misiles cuenta con una mejor tecnología, que no solo sigue cubriendo a Europa, sino que, con un nuevo y mayor alcance, tiene la capacidad de lidiar con Irán. A Irán, otra nación islámica, se le está vedado enriquecer uranio, aunque haya explicado que es solo para propósitos energéticos. Israel viene planificando desde hace tiempo atacar a Irán, por varias razones. El nuevo escudo estadounidense es una advertencia directa a Irán. Los rusos se sienten satisfechos simplemente porque, aunque aún están bajo el campo de tiro, esta vez los cañones apuntan hacia otra parte. Esto aclara el punto del Escudo de Misiles.

Con respecto a los esfuerzos de Obama por lidiar con el cambio climático, habría que considerar lo que Estados Unidos ha hecho, no dicho, sobre el monitoreo de los contaminantes. Obama ha dicho que “el momento de lidiar con el cambio climático es ahora”, pero ha establecido la fecha del 2050 como la meta de la reducción planificada. La Casa Blanca, de hecho, confirmó en octubre que no tiene intención de promover la legislación ambiental este año. El Senado está demasiado ocupado con la deliberación sobre la insuficiente reforma médica de los Estados Unidos (a la que se opone el 60% de la población, al menos). El primer paso para llegar a la lejana meta del 2050, pues, debe esperar.

De otra parte, se ha señalado que las potencias mundiales intentaron achacarse la responsabilidad de las medidas climatológicas entre sí. Los Estados Unidos, que nunca ratificaron –ni obedecieron- el Protocolo de Kyoto, sugirieron recientemente en las charlas de Bangkok que se redacten nuevos parámetros y se abandonen los de Kyoto. Habrá que esperar a la materialización de las decisiones de Copenhague y a ver si los estados que las firmen, las ratifican; si las ratifican, a ver si las siguen; si las siguen, a ver si legislan seriamente y persiguen a cada una de las compañías bajo sus jurisdicciones. Para todo esto hay que esperar.

Este último año, reportó el New York Times, hubo una disminución dramática en las emisiones de carbonos. La causa no la explica ninguna decisión gubernamental directa, sino la actual crisis económica, que ha implicado menguas en el sector industrial que produce las emisiones. Como la economía sufre, la industria produce menos gases tóxicos; la relación entre uno y otro es evidente. Bajo este ángulo, habría que ver si el reciente pacto climático de Estados Unidos y China aspira menos a reducir las emisiones que a minar la pujanza económica china.

Las excavaciones en Alaska, recién aprobadas, tampoco cooperan con el bienestar del medioambiente.

Finalmente, con respecto a la amenaza atómica, Obama ha indicado dos objetivos: Irán y Rusia.

Irán ha dicho que su programa nuclear tiene intenciones energéticas estrictamente. También ha aclarado que no tiene planes de atacar a Israel. Estados Unidos e Israel, en cambio, aseguran que tanto una cosa como la otra son falsas. Sobre este punto, habría que considerar lo siguiente: Estados Unidos tiene el arsenal nuclear más grande del mundo, como bien se sabe, y es quien único ha detonado una bomba atómica militarmente. Se estima que Israel tiene el sexto arsenal más grande del mundo, aunque el gobierno se niega a dar cifras. El que estas dos potencias le nieguen a Irán la opción de producir plantas de energía nuclear es, cuando menos, hipócrita.

En una de las charlas por las que le dieron el Nóbel, Obama hablaba sobre la posibilidad de un futuro sin armas nucleares. Se refería al compromiso mutuo entre Rusia y los Estados Unidos de reducir su arsenal una tercera parte: solo se le permitirá ahora a cada país tener 1,500 armas nucleares (todos sabemos el daño que haría la detonación de una sola). El generoso trato, la nueva relación amistosa con Rusia, tiene el beneficio además de permitir que Estados Unidos transporte armas por territorio ruso hacia Afganistán, lo que le ahorrará a los Estados Unidos unos 133 millones de dólares. El diario ruso Kommersant reporta que, a su vez, el gobierno de Estados Unidos asegura reducir las críticas a las constantes violaciones de derechos humanos en Rusia.

Todavía debemos esperar a que las decisiones de la administración Obama acerca de las armas nucleares se concreten. Al momento, IPS informa que no solo la producción de bombas atómicas no se ha detenido, sino todo lo contrario: El programa “Complex Modernization” del Departamento de Energía (iniciado por la administración de Bush) pretende expandir las dos principales instalaciones fabricantes de armas nucleares: Y-12 y el Laboratorio de Los Álamos.

Se comentó que el Nóbel podría ser un inconveniente a las políticas de Obama. Aunque no por las razones que fueron dadas, esperemos que esto sea así.

2 comments:

  1. Muy bien tener un blog. Todo opiniólogo respetable tiene un blog. Pero parece estar de moda criticar a Obama, hay una racha de críticas de magnitud parecida al tamaño de las adulaciones para la época de las elecciones.

    Qué otros temas tenemos para opinionar?

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  2. Bah, la gente que no está de moda hostiga a los que sí estamos de moda.
    Ya te puse otros...

    Con respecto al título, te consulto. Consideré el siguiente: “Erendiro. Opinions of a Gentleman”.
    ¿Qué te parece ese?

    On fashion: No sé si esté de moda criticar al negrito; no estoy al tanto de la prensa chilena. Por acá por el primer mundo (jajá) no está de moda, por cierto. Me he dado a la tarea de leer el NYT, el WP y el WSJ –todavía no a diario, pero más o menos. Además, aquí en Macondo no está de moda.

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